Con el auge del software como servicio, donde contratamos software de propósito específico para la automatización de procesos como facturación, inventario, ventas, etc., es posible que a la hora de implantar una solución nos planteemos si utilizar un producto ya desarrollado o diseñar uno nuevo que se adapte completamente a nuestras necesidades.
Esto a veces no tiene porqué ser una cosa u otra, sino que hay soluciones mixtas.
Contratar un producto para la implantación en una empresa suele ser lo más rápido, de coste más contenido y, a priori más conveniente. Sin embargo, hay algunos inconvenientes.
Al implantar un software que no haya sido diseñado para reemplazar un producto interno, nos podemos encontrar con situaciones en las que haya que adaptar el proceso a la herramienta. Esto puede suponer retrasos y errores de uso que deben ser tenidos en cuenta a la hora de comparar entre un producto y una solución ad-hoc.
Es importante tener en cuenta qué aspectos del proceso se diferencian de la metodología implementada en el producto y entender de qué manera se puede configurar para adaptar su funcionamiento lo más posible.
En un producto desarrollado genéricamente, es más costoso que el proveedor entienda tus procesos perfectamente, por lo que a la hora de ofrecerte soporte es posible que no entienda tus necesidades ya que el sistema puede no haberse diseñado con el mismo objetivo que el proceso que va a manejar.
De cara a minimizar los inconvenientes de implantar un producto previamente diseñado, debes tener en cuenta todos los puntos del proceso que va a automatizar, ponerlo a prueba de la manera más realista posible y ponerte en contacto con el proveedor para asegurarte que ha sido diseñado con el mismo objetivo.
Las herramientas a medidad se adaptan perfectamente al proceso que intentas automatizar, no necesitan personalización y el soporte es más efectivo ya que quien lo ha diseñado lo ha hecho en base a los parámetros del proceso de tu empresa, sin embargo, tiene dos inconvenientes.
El tiempo de puesta en servicio de las herramientas suele ser de meses y requerir validaciones iterativas por ambas partes.
Al aumentar el tiempo de implantación, también aumenta el coste de este tipo de soluciones.
Las nuevas metodologías de desarrollo permiten diseñar sistemas modulares que atacan los problemas uno a uno y permiten reutilizar piezas de software en diferentes entornos y soluciones.
Este tipo de soluciones permiten que un proveedor de software implemente una solucuión a medida a base de componer estas piezas ya hechas y probadas junto con otras que adapten los procesos de tu negocio que son específicos a él.
Por ejemplo, un módulo de gestión de documentos contables será de utilidad en empresas de diferentes sectores o formas de operar, ya que este aspecto está regulado, por lo que si una solución consta de esta pieza junto con otras que permitan generar esos documentos en base a diferentes procesos, gran parte del trabajo estará hecho.
Este tipo de soluciones suelen tener un coste y tiempo de puesta en servicio medios, ganando en una alta personalización y especificación, lo que las convierte en una solución ideal para empresas que quieran automatizar procesos de la manera más eficiente y rápida posible.
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